Concierto celebrado en el marco de 40 años de carrera de Rudy y de los 20 años del lanzaminto de “Pasajeros del Hotel Teillier”.

Por Pablo Gabriel Astudillo

Esa tarde del 5 de junio del 2024 caminamos con mi compañera entre un mar de gente que espera en el andén y las escalinatas de la estación Tobalaba del metro de Santiago de Chile. Entre línea verde y roja tuvimos suerte, ya que la “Plaza Egaña”, donde debíamos descender tenía ambos pinceles.

Llegamos al cuarto piso de esa pesera llamada “mall” y entre luces y fogones de la terraza ingresamos a la sala SCD.

El rompecabezas se empezaba a armar, cada pieza tomaba su asiento y nosotros nos quedamos en la tercera fila al centro “para verte mejor”. Los instrumentos ya habían anclado sus motores en el escenario, se emocionaban al ver como llegaba el público y se hacían señas indicando que estaban los Eduardos (Peralta y Yañez). Tomaron aire y se acomodaron el cabello listos y prestos para sonar como nunca.

Como última parte de una película de esas que te hacen respirar profundo, entra Rudy junto Mono en órbita (músico invitado) y comienza la esperada primera escena que quedará en las almas celuloides.

Como un grupo de niños que se junta en la plaza de un pueblo y luego se dirigen al cine, Rudy junto a sus compañeros y amigos de escenario (Mono en órbita, René Campos T., Roberto Padilla y el cantautor invitado Joaquín Murieta) no fueron espectadores sino los protagonistas de esa función. Las melodías y complicidades fluyeron como melodías entre cuerdas, cables, luces y gestos.

Entre nostalgias y esperanzas los acordes se fueron tejiendo para armar una hermosa arpillera de sueños. La presencia principal de las letras de “Jorge Teillier”, Horacio Eloy y composiciones de Rudy armaron un riel de fotogramas en sepia y verde.

Entre saludos y abrazos al protagonista del film (Rudy) se cerró el telón, pero con las ganas de una nueva función.

Saludos de ElotroPablo